14 octubre 2009

Flashforward | La crítica

Debo decir que esta crítica la escribo escasos minutos después de ver los dos primeros capítulos de la primera temporada de FlashForward. El objetivo que debe ponerse a cualquier capítulo de una serie, lo ha sobrepasado de sobra: mantenerte en vilo y expectante por lo que sucederá la semana próxima.

La idea central es la siguiente: a las 11:00 a.m. de un día cualquiera todas las personas del mundo se desmayan y tienen una extraña visión del futuro. Esta visión los sitúa en el 29 de abril del 2010 (apuntad esta fecha en vuestras agendas) y observan lo que estarán haciendo durante 2 minutos y 17 segundos en la fecha mencionada.

Ésto, conlleva infinidad de preguntas que esperemos se vayan contestando y al mismo tiempo añadiendo otras tantas. Apuesto a que habrá un debate encarnizado entre "destino" y "libre albedrío" viendo si es o no posible modificar las visiones que cada persona ha vivido. En mi opinión, las visiones se cumplirán todas y cada una de ellas, por mucho que los personajes intenten evitarlas [el protagonista, Mark Benford (Joseph Fiennes), o Demetri Noh (John Cho),sin visión, por lo que él mismo deduce que morirá antes del 29 de abril] o las busquen encarecidamente [como Aarón (Brian O´Byrne) y la esperanza de encontrar a su hija]. De hecho, creo que las visiones hacen posible que se hagan realidad en 6 meses, es decir, si por ejemplo Mark Benford no hubiera visto que en 6 meses estaría investigando el caso del desvanecimiento general, no se lo hubieran encargado a él y no hubiera podido (aquí está el círculo vicioso) llegar en 6 meses a ser el encargado de la investigación.

En resumen, un aluvión de misterios que, de ser bien llevados a escena, nos dará seguramente numerosas horas de entretenimiento.

De una cosa si que estoy 100% seguro: ¡D. Gibbons es una mala persona!

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