Carteles como este están en peligro de extinción en todo el territorio catalán. Bajo amenaza de recibir sanciones que pueden llegar hasta los 6000 euros, la Consellera de Sanitat, Marina Geli, presentó hace pocos días una nueva ley de salud pública en la cual se prohíben las promociones de bebidas alcohólicas.
Ofertas como 2×1, happy hours o barras libres serán perseguidas y penalizadas si se anuncian en bares o discotecas. Curiosamente, la norma no se aplicará en supermercados u otras tiendas de alimentación; ¿lógico?
Personalmente, entiendo la preocupación del gobierno catalán por el abuso del alcohol por parte de la población, sobre todo entre los más jóvenes; pero esta medida parece sólo destinada a castigar aún más nuestros paupérrimos bolsillos y perjudicar a los propietarios de estos locales.
Y la culpa se la pueden repartir entre todos los partidos políticos catalanes, ya que la ley ha sido aprobada por unanimidad en el Parlament, respondiendo a una supuesta antigua demanda de las federaciones de locales de ocio nocturnos.
La consecuencia más previsible es que aumente el “botellón”, con lo que al final deberán destinar una parte del presupuesto a las brigadas de limpieza.
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